PLAN LECTOR

PLAN LECTOR 2012
1ER. BIMESTRE 

QUINTO GRADO

PANDILLAS  RIVALES

Susana y Alfredo son hermanos mellizos y cada uno, por su cuenta, quiere formar una pandilla con sus mejores amigos del colegio. Una de chicas, una de chicos.Ambas pandillas se pondrán pruebas para ver quién hace las cosas mejor, aunque el día que se enfrentan a la desaparición de su amiga Angie-que ha sido encerrada en un armario sin querer por su propia madre, enferma de Alzheimer- comprenden que lo mejor es aunar fuerzas y crear una pandilla mixta. Solo así logran rescatar a Angie y hacer comprender a su familia que ella y su madre no pueden vivir solas. 


EL MISTERIO DEL CEMENTERIO VIEJO
David y Blanca oyen voces que vienen del cementerio. Están convencidos de que son las almas de los muertos las que hablan. Deciden ir allí a investigar y a ver algún alma. Aunque les da algo de miedo que una de esas almas les aprese, van al cementerio varias noches. Siguiendo la dirección de las voces, que les llaman por su nombre, se meten en un túnel lleno de ratas. Pese al asco que les da, deciden seguir adelante. Encuentran un hueco en el techo y, al sacar por él la cabeza, se encuentran en la taberna. Caso resuelto: por debajo del cementerio pasan unos tubos de cemento que se comunican con la taberna y a través de los cuales se transmiten las voces. Los niños vuelven a casa contentos por haber recuperado la tranquilidad.


PRIMER AÑO SECUNDARIA


A PEDIR DE BOCA

Es la historia de Andrés, un chico de doce años, quien cree que no ha nacido sino para obedecer a los demás. Según él nadie le da la oportunidad de que se haga lo que quiere. Está molesto porque sus padres lo llevan a la sierra de vacaciones, en lugar de a la playa; porque no le compran los juguetes que él desea y, porque lo único que hace es seguir las instrucciones de los mayores. En una visita a un sitio arqueológico, encuentra una piedra verde. Está a punto de lanzársela a un perro solo porque se siente frustrado, y un hombre que pasa lo cuestiona, así que guarda la piedra. Resulta que la piedra tiene el poder de conseguir siempre lo que quiere si la lleva consigo al pedir las cosas. Pero comienza a abusar de ese poder y se da cuenta de que tiene efectos negativos sobre otras personas (por ejemplo, al convencer a su papá de comprarle un videojuego, se pierde el dinero ahorrado para que a su hermana le corrijan los dientes). Entonces entiende lo que son las responsabilidades y el efecto que puede tener sobre los demás cada cosa que hacemos. Una hermosa historia sobre los sentimientos de los chicos cuando empiezan a alcanzar la adolescencia.


LA PALABRA DEL MUDO

Julio Ramón Ribeyro, Se le considera uno de los más importantes cuentistas latinoamericanos, y su obra ha sido traducida a diversos idiomas. La palabra del mudo reúne el conjunto de sus cuentos, el libro se fue ampliando a lo largo de su carrera y suma cuatro volúmenes. Entre sus relatos más memorables cabe destacar "El otro mes me nivelo”, “El Doblaje”, “Los gallinazos sin plumas” , “Silvio en el rosedal”, entre otros. A partir de su obra, desde la década del 50, el movimiento conocido como realismo urbano se desarrolló en Perú, abriendo camino para el boom latinoamericano, del cual sin embargo Ribeyro prefirió mantenerse apartado. Uno de los principales exponentes del boom y ganador del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, sostiene: “Considero a Ribeyro un magnífico cuentista, uno de los mejores de América Latina y probablemente de la lengua española..."

EL AUTOR DEL 4º BIMESTRE 2011
Ricardo Palma nació en Lima el 7 de febrero de 1833.  Desde joven tiene ideales políticos para el bando de los liberales, lo cual lo llevó a participar en una conjura fallida contra el presidente Ramón Castilla, por lo que resultó desterrado a Chile durante tres años.
 Estudió leyes en el Convictorio de San Carlos y posteriormente en la Universidad Nacional de Ingeniería. La política le deparará los cargos de cónsul de Chile, senador por Loreto y funcionario del Ministerio de Guerra y Marina. Sin embargo, fue la literatura la actividad en la que destacó enormemente. Desde temprana edad, empieza a escribir poesía y piezas teatrales, asimismo a realizar colaboraciones en periódicos. Tuvo una gran presencia en la prensa satírica. Comienza colaborando en la hoja satírica El Burro; posteriormente, fue uno de los principales redactores de La Campana. Más adelante, funda la revista La Broma, la cual no consiguió el esperado éxito.
También es un colaborador asiduo de publicaciones serias como El Liberal, Revista del Pacífico,  entre otros.  Asimismo, actúa como corresponsal de periódicos extranjeros.
A lo largo de su vida va entregando artículos, trabajos de investigación e incluso estudios lexicográficos sobre la variedad peruana del español. Publicó "Tradiciones", cuya primera serie aparece en 1872, iniciando así un ciclo que se cierra en 1910. Entre sus obras destacan, Verbos y gerundios (1877), Neologismos y americanismos (1896). En los primeros años de 1900 publica "Papeletas lexicográficas", que son dos mil setecientas voces que hacen falta en el diccionario, fruto de su gran preocupación por el idioma.
El éxito cosechado por su incansable quehacer intelectual,  lo convierten en una figura reconocida en vida, no solamente en su país sino, en todo el mundo de habla hispana. Fue miembro importante de la Real Academia Peruana de la Lengua, así como miembro honorífico de la Hispanic Society de Nueva York.
Durante la guerra con chile (1879),  las tropas invasoras incendiaron la capilla incluyendo su casa y su biblioteca personal. Después del desastre, para renovar su biblioteca fue de casa en casa pidiendo libros, por lo que lo conocían con el sobrenombre de "El Bibliotecario Mendigo". En 1883, es nombrado restaurador de la Biblioteca Nacional del Perú.
Contrajo matrimonio con Cristina Román Olivier; siendo padre de varios hijos. Su vástago Clemente Palma fue un destacado escritor, autor de cuentos fantásticos, generalmente de terror; éste solía comentar que se sentía influido por Edgar Allan Poe. Su hija Angélica Palma fue una de las fundadoras del movimiento feminista peruano.
Publica una pequeña autobiografía, "Doce cuentos" y "Apéndice a mis últimas tradiciones peruanas" antes de fallecer en Miraflores a la edad de 86 años, el 6 de octubre de 1919.


Las tradiciones que leeremos:
"Al rincón quita calzón"
"Los ratones de Fray Martín"
"Don Dimas de la tijereta"
"El alacrán de Fray Gómez"


Qué disfruten de la lectura.



EL AUTORES DEL 3º BIMESTRE 
Nace en Oak Park, Illinois, el 23 de junio de 1936, actualmente tiene 75 años.
Cuando aún era un niño su familia se trasladó a Long Beach (California), donde asistió al Long Beach State College.  En 1955 se graduó en la universidad del estado como mecánico de aviones y de estaciones generadoras de energía, y en 1957 se convirtió en piloto de la Fuerza Aérea norteamericana, en la cual se mantuvo en servicio activo hasta 1962. Por esa época empezó a escribir artículos para revistas especializadas en aviación. En 1961 se convirtió en el editor de la revista Fliying, cargo que ocupó hasta 1964.
Durante su carrera como piloto desempeñó muchos de los oficios asociados a la aviación, como instructor de vuelo, piloto de charter y mecánico de aviación en Iowa. En 1970 obtuvo el cargo de presidente de la aerolínea Trans-creature; trabajó, además, como piloto acrobático en la Creature Enterprises Inc. En 1974 actuó como piloto de espectáculos aéreos y en 1975 estuvo vinculado a la Universidad de Embry Riddle como profesor de filosofía del vuelo.
Los aviones y la escritura fueron sus grandes pasiones. Aunque profesionalmente estuvo vinculado a la aviación, la literatura le reportó fama mundial y le hizo merecedor de un buen número de premios literarios tanto en Estados Unidos como en Europa. Como escritor, su nombre es un clásico de los best-sellers mundiales desde la década de los setenta.
El más conocido de todos, Juan Salvador Gaviota, cuenta la historia de una joven gaviota que aprende a sobreponerse a sus limitaciones y consigue traspasar los límites naturales en una alegoría que ensalza la libertad individual y el afán de superación. En ella es patente la pasión que el autor siente por el vuelo como sinónimo de libertad y de alejamiento de los problemas terrenales. La novela obtuvo, entre otros, el premio Nene el mismo año de su publicación, y se convirtió en una referencia obligada para lectores adolescentes. Otra de sus obras, Ilusiones (Illusions), fue nominada al Libro Americano del año en 1980.




Mario Vargas Llosa es uno de los escasísimos escritores que deslumbra cada obra. Sólo los muy grandes son capaces de conmoverte y apasionarte, libro tras libro, historia tras historia, artículo tras artículo, con el dolor de La ciudad y los perros, el humor de Pantaleón y las visitadoras, el erotismo de La niña mala o la fascinante recreación de La fiesta del Chivo.
Vargas Llosa es un autor disciplinado que escribe mucho y concienzudamente, que construye con armazones complicados, con recovecos, con detalles milimétricos. Que dispara elaboradas y preciosas balas de plata sin perder la fuerza de un cañonazo en la boca del estómago.
Me pregunto por qué seguimos leyéndole a lo largo de los años, estando muchas veces de acuerdo con sus tesis o sus puntos de vista y otras muchas en desacuerdo, y creo que es por algo que va mucho más allá de un estilo prodigioso que te hace reír a carcajadas y dos líneas después te encoge el corazón. Vargas Llosa tiene ese don, rarísimo y precioso, de resultar un escritor imprevisible. Con ideología pero a salvo del lugar común. Con opinión pero sin prejuicio. De exquisita educación pero alejado de aburridas correcciones. Capaz de poner en pie historias que poco tienen que ver entre sí, aparte del talento apabullante de su autor. Capaz, en fin, de sorprender.
Cuando en 1959, con 23 años, llegó desde Lima a Madrid con los cuentos de Los jefes en la cartera y una beca para hacer el doctorado en la Universidad Complutense, Vargas Llosa se convirtió en un ciudadano del mundo que hoy tiene casa en las capitales peruana y española después de vivir en Barcelona, París y Londres. La lista de sus intereses es, además, tan extensa como el kilometraje que registra su pasaporte. Nadie más alejado de la tópica torre de marfil que el nuevo premio Nobel. Así, si su devoción por Thomas Mann le llevó a estudiar alemán en Berlín, su pasión por el fútbol no le ha hecho olvidar el orgullo que sintió el día que, siendo un niño, saltó a la cancha del Estadio Nacional para vestir la camiseta de Universitario contra el eterno rival, Alianza Lima.
En un bar de la calle Menéndez y Pelayo de Madrid cercana a su pensión, El Jute, el entonces estudiante peruano pasó las tardes escribiendo La ciudad y los perros, la novela que se convirtió en un hito del boom latinoamericano y que inició un camino que en diciembre del año 2010 tuvo parada en Estocolmo. Medio siglo después, aquel muchacho inquieto es un intelectual que no ha perdido un ápice de su inquietud. Lo mismo acude los jueves a las reuniones de la Real Academia Española que visita el Museo del Prado, polemiza con los defensores de los populismos latinoamericanos.
Definitivamente, el hombre que nunca se rinde, nuestro Premio Nobel, escritor deslumbrante y prolífico, articulista imprevisible y valiente, nuestro querido Mario Vargas Llosa posee una de las voces más influyentes y relevantes de la literatura latinoamericana, pero también del pensamiento político.
 En este bimestre compartiremos dos de sus excelentes obras:


EL AUTOR DEL 2º BIMESTRE 

Ciro Alegría nació en Quilca, Huamachuco, Departamento de la Libertad (Perú) ,en el año de 1908, aunque fue inscrito recién en 1909, por lo que el escritor usó este año en la fecha oficial de su nacimiento. Estudió en el Colegio Nacional San Juan de Trujillo, donde tuvo como profesor al entonces joven poeta César Vallejo. En 1927 fundó la Tribuna Sanjuanista, periódico escolar que dirigió; integró el Grupo Norte, ya en su fase final; y en 1930 tuvo activa participación en la formación de la célula aprista de Trujillo, junto con Antenor Orrego.

Desde muy joven intervino en actividades en defensa de los indígenas y de las clases sociales más explotadas. Por su actividad proselitista, fue perseguido y torturado y, luego de la debelada revolución aprista de 1932, fue encarcelado, pero liberado al año siguiente, en 1933, por una ley de amnistía. En esta época empezó a publicar algunos relatos, pero en 1934 fue deportado a Chile. En 1935, su novela La serpiente de oro ganó el concurso de la editorial Nascimento de Chile, y en 1939 obtuvo, con su novela Los perros hambrientos, el segundo premio de novela de la editorial Zigzag, también de Chile. Dos años después, en 1941, con su gran novela indigenista, El mundo es ancho y ajeno, ganó el primer premio convocado a nivel continental por la editorial estadounidense Farrar & Rinehart.

Después de recibir este premio se estableció en Estados Unidos, primero, y luego en Cuba y Puerto Rico. Se dedicó al periodismo, la traducción y la enseñanza universitaria, así como a la literatura, aunque no publicó nada por estos años. En 1960 retornó al Perú, donde a sus actividades usuales sumó la carrera política: se afilió al partido Acción Popular en 1963 y llegó a ser elegido diputado ante el Congreso de la República. En 1963 publicó su última obra: Duelo de caballeros (libro de cuentos). Falleció en Lima en 1967. Dejó varias novelas inconclusas así como varios relatos inéditos, que fueron publicados por su viuda, Dora Varona, quien se convirtió en una gran estudiosa de su vida y obra literaria.